lunes, 19 de diciembre de 2011 | By: Famara González Díaz

Porque todavía hay personas que te llenan de ilusión.

 Después de casi un año de abandono al blog, regreso con ideas nuevas y las pilas recargadas.

 Antes de nada quiero decirle a todas esas personas que tienen poca creatividad y hayan plagiado mi blog, que aunque les cambian el nombre de la persona que lo escribió, yo sé que sigue siendo mío y las personas que leen lo que publico también. Mientras yo disfruto escribiendo, ustedes seguirán desperdiciando tiempo en no explotar vuestra imaginación.


 Quiero agradecerle a Alma sus palabras de aliento y apoyo. Si no fuese por ella, ahora mismo no estaría publicando nada fuera de mi entorno familiar o de amigos. Me di cuenta que para conseguir algo, tengo que luchar y emplear mucho esfuerzo. Que escribir es mi vida y sin la literatura estaría en parte, vacía. 

Por ello, Alma este pequeño relato te lo dedico a ti, como otros muchos que ya vendrán.

 La última vez que lo vi, contemplaba el alba desde su ventana. Con la mirada curiosa de un niño, examinaba el paisaje como quien ve un cuadro por primera vez. 

No pude reprimir un escalofrío al pensar que toda una vida se había esfumado de su memoria. Un alma sin identidad y un cuerpo que se deteriora sin pausa.

En estos instantes estará tumbado en su cama. Durmiendo. Viviendo. Soñando. Sonríe cada vez que lo hace. Seguramente sea lo único que el alzheimer no le puede arrebatar.

                                                         Famara GD