miércoles, 30 de marzo de 2011 | By: Famara González Díaz

Hasta el Cielo...


Para Ustedes. La historia de un padre y una hija, dos vidas inacabadas que pasaron a ser Estrellas.
Vuestra luz nos ilumina
... Juan ... Fernanda ... estas palabras salen de lo más profundo de mi alma, desde el mundo de los vivos, hasta el cielo.

Miro al cielo y me pregunto cómo estarán, tratando de encontrar explicaciones que no hallaré. Podría expresar que la vida es así, pero no es cierto, solo fue una mala jugada del destino.

Ellos ya no están y el mundo sigue rumbo. Dos personas que en la sociedad son diminutos, pero son dos mundos para todas las personas que los aprecian. 


Ahora solo puedo observar las nubes e intentar encontrar alguno de sus rasgos en ellas. Ahora solo puedo escuchar el viento e intentar distinguir sus nombres entre los susurros.

La vida es muy injusta y nosotros unos egoístas. Muchos nos creemos desgraciados por no poder obtener bienes materiales, y solo por ello ya pensamos en tirarnos al vacío...
Mientras otros no se creen desgraciados cuando pierden a un padre ejemplar o a una hija excelente. No se sienten así, porque todo lo que querían estaba entre ellos, su familia. En ningún momento pensaron en dejar atrás esto, porque tenían que luchar y salir adelante, por los que todavía están aquí y por los que ya no están.




Era un padre feliz al lado de la mujer a la que amaba y orgulloso de todos los pasos que sus hijas daban. En su corazón no había lugar para la maldad, y mostraba una gran ternura cuando al sonreír se le empequeñecían los ojos, tanto que el mismo sol no podía evitar imitarlo.

Con el tiempo descubrió que la vida se le escapaba, que por mucho que corriese no escaparía. No se rindió en ningún momento, sabía que su familia lo necesitaba y por ello, luchó hasta su último suspiro. Una persona honrada que lloró para sus adentros. No quería envolver a sus seres queridos en un sufrimiento que solo él padecía.

Al final llegó el día. Su enferdad ganó el pulso y él dejó de estar entre nosotros. Ahora descansa tranquilo, mientras sus recuerdos permanecen vivos.


Ella, una niña en plena flor de la vida, una amiga muy querida, una hija adorable y perfecta. Creció como otro niño cualquiera, pero su diferencia fue que su final llegó demaciado pronto.

Su último aliento se lo robó un ser miserable que se hacía pasar por hombre. Su agonía, sus gritos y lamentos se los tragó un camino oscuro y semi solitario, si no fuese por esa bestia que la siguió con sigilo hasta dar con ella.

La indefensa niña se defendió con todas sus fuerzas, sabiendo que los ojos de su captor sería la imagen que se llevaría a la otra vida. Desgarró su garganta a gritos y desesperanza, pero nadie la oía. Sin darse cuenta se hallaba presa en una furgoneta y su captor sobre ella.

La bestia sabía que tenía que actuar con rapidez, porque su víctima no se iba a dejar humillar como mujer. Tomó una decisión: "
si no eres mía, no serás de nadie". Cumplió su amenaza dándole un golpe letal con una piedra en la sien.
Fue despreciable saber que una de las personas que estaban colaborando en la búsqueda del cuerpo, tuviese las manos manchadas de sangre inocente.

Para mí morir, no es dejar de respirar, sino dejar de ser recordado. Ellos permanecerán entre nosotros hasta la última flor del jardín.

Los tenemos muy presentes en nuestro día a día.


Juan
Tu mujer y tus hijas no te olvidan. Una familia muy orgullosa de tus pasos. Ahora descansa tranquilo, que en el mundo de los vivos también hay ángeles.
Uno las está cuidando.



Fernanda

Dejaste un gran vacío entre tus amigos. Gracias por
enseñarme lo que es el coraje y la valentía.
Cada minuto que pasa, me pesa más no poder haberte dicho
Te Quiero.
Y ver como se te iluminaba el rostro con tu dulce sonrisa y brillantes ojos.

No suelten mi mano por favor.









                                       Fotos: Andrea Plasencia Pérez
lunes, 14 de marzo de 2011 | By: Famara González Díaz

Querido "maestro"...

Quiero agradecerte tus grandes enseñanzas y regalos,
Te buscaba en el entrelace de manos de personas desconocidas, mientras miraba las mías, frías y vacías. Mi imaginación jugaba con la incógnita de cómo sería el abrigo de un abrazo o el breve roce de tus labios en mis mejillas. Ahora me alegra saber que no me contaminé de tus falsos gestos enmascarados, plagados de indiferencia, arrogancia y mala fe.

Me has dado la espalda en mis enfrentamientos con la vida, te has burlado de cada una de mis caídas, pero te he ganado, creías que no me quedaban fuerzas y que de esta no saldría. Soy un cuerpo magullado, dolido, remendado y curado. Sigo en pie, viva, ¿me ves?. No voy a darte el placer de verme derrotada otra vez.

Tengo reservada tu frase burlona, llora que es bueno para los pulmones. Tú habrás reído mucho porque en esta carrera, no eres de los primeros corredores. El ego te llevó a conocer a Soledad, recoges lo que siembras pero hazlo rápido porque los perros de la Miseria te pisan los talones.

Siempre buscando a alguien a quien cargar tus culpas, rabia, ira, desgracia... Yo no soy burro de carga de nadie y menos de una persona tan miserable. Si algo te agradezco es usarte de reflejo para dominar mi carácter.

No existirás en mi futuro, eres una vaga imagen en el presente y tu presencia se esfuma de mi pasado. He superado uno de mis grandes miedos, cuando me miraba en el espejo me devolvía tu rostro, sentía que era otro monstruo pero ahora sé que no seguiré tus pasos.

Contigo aprendí a sentir pena, el sentimiento más mísero que se puede sentir hacia un ser humano, es el único terreno que en mi corazón has conquistado.


Un indiferente saludo de tu
aprendiz.
lunes, 7 de marzo de 2011 | By: Famara González Díaz

La estrategia de la mosca.

¿Cuántas veces has intentado salir del pozo teniendo la sensación de no poder alcanzar la salida? Caminas, corres, nadas... y más se aleja, mientras te va corroyendo una gran sensación de ansiedad.

El ser humano, tan complejo e inteligente en comparación con una mosca. Pero, ¿por qué ella consigue salir de esa prisión y el hombre no? Muy fácil. Utilizan una buena estrategia: son capaces de estar golpeándose contra un cristal horas, con el fin de encontrar el resquicio por donde se coló.

Ahí no hay nada revelador que no podamos hacer, ya que avistamos luz a través del cristal y vamos hacia ella, si no fuese porque la mosca no golpea en el mismo lugar varias veces seguidas, sino que va tanteando buscando aire. En cambio una persona iría golpeando el cristal en el mismo lugar hasta que desiste o lo rompe.

El problema viene cuando no se consigue quebrar, dejando paso a la lamentación. No podemos elegir una vida perfecta porque no existe, como tampoco buscar culpables, no hay tiempo para ello. Pero sí cambiar esa dinámica por compasión, darse una tregua y aceptar la situación.

Si todos utilizásemos la táctica de la mosca, las depresiones no serían tan profundas y en muchas ocasiones, hasta letales. Siempre hay una salida, mientras se quiera encontrar y salir. No es fácil, pues las pendientes conllevan su esfuerzo, pero con la ayuda necesaria se vence.

¿La pregunta es, seguir los pasos de la mosca usando la compasión hasta sanar/salir o seguir picando el cristal con la ayuda de la lamentación?

No siempre el pez grande se come al pequeño, claro ejemplo el de David y Goliat.
sábado, 5 de marzo de 2011 | By: Famara González Díaz

Sabias palabras mágicas...


Esta entrada está escrita especialmente para un persona maravillosa, muy especial para mí. Solo a ella le he dicho que es capaz de hacer magia. Magia que ya no puedo disfrutar día a día, pero que tan clara queda en mi recuerdo.

Piensas que no te escucho pero sí lo hago solo que, es fácil vivir de mentiras y no enfrentarse a la realidad. Recuerda que gracias a TI di el primer paso a protestar, a decir ¡basta ya! no quiero seguir viviendo esto, mi vida es mía y yo la manejo.

Quiero compartir algunos de los consejos que me has dado en este blog, porque sería egoísta por mi parte quedarme con tan sabias palabras, sin mostrárselas a nadie más.

No será lo último que te dedique en este espacio. No mencionaré tu nombre ya que la identidad de los ángeles no se desvela.


Para saber querer primero tienes que quererte tú, porque te queda un largo trecho por recorrer solo/a mientras que los demás, solo te hacen compañía. Sé egoísta contigo mismo/a y no descuides tu vida. Para ayudar de verdad, tienes que estar bien.

- Ser raro/a te hace único/a y especial.

- El odio no lleva a ninguna parte. Solo enfermarás tú, sin dejar hueco a las cosas positivas e importantes.

- La felicidad está al alcance de todos siempre y cuando se busque. Si no te arriesgas nunca sabrás si obraste bien o mal, obteniendo así la de derrota.

- Observa a tu alrededor. Verás que hay persona pasándolo mil veces peor que tú. No te agobies, porque los problemas no se solucionan a zancadas sino a pasitos. Pero no te lamentes de ellos mientras puedes estar buscando una solución, ya que la varita mágica no existe.

- Todo sucede por algo. No desesperes, después de la tormenta llega la calma.

- Cada día es diferente si te fijas en las pequeñas cosas.

- Esta vida es para valientes. Si la desprecias y no luchas, será de egoísta y cobarde por tu parte al no pensar en las personas que te rodean. Además, no tengas prisa si no sabes lo que te puedes encontrar al final del camino.

- NADIE HA DICHO QUE ESTO SEA FÁCIL. Ya todo es bastante difícil como para complicarlo más.

- No hace falta donar dinero para poder ayudar, mientras dispongas de tus manos y buena voluntad.


Deja crecer una bella AMAPOLA dentro de tu ser y pronto descubrirás su hermosura. Aliméntala de energía positiva, sin dejar que marchite.


GRACIAS.
miércoles, 2 de marzo de 2011 | By: Famara González Díaz

Palabras que no me atrevo a decirte, perdóname.

Tengo miedo. Un miedo que duerme conmigo, respira y se alimenta de mí.
¿Que voy a hacer cuando ese día llegue? ¿a donde iré? Estaré perdida en una tierra desconocida, porque tú ya no estarás.
Abuela... Abuelita, mi madre y amiga, me has enseñado a ser mejor persona, me has enseñado a darle la cara a la vida, de frente, sin temor, al igual que tampoco tenerle miedo a la muerte. A hacerme amiga también de la soledad, reírme los problemas y la enfermedad. Aprender a no depender de nadie, buscarme las "castañas" yo sola. A luchar cuando todo ya estaba vencido. A dar las gracias a las pequeñas cosas, a dar todo lo que esté en mi mano por quien lo necesite, sin esperar nada a cambio porque no sería un acto de buena fe. Tus consejos me han guiado, y tu vida es mi salvavidas. Siempre me has recordado de dónde soy, dónde está mi casa, mi familia... con el Cristo del Valle.
Recuerdo una noche, que subiste a mi cuarto y empezaste a leerme un cuento. El primero que me habían leído, yo no creía en fantasía ya, pero tú mi dulce hada hiciste que fuese el mejor cuento mejor leído. También aprendí minutos más tarde, el significado del beso de buenas noches. Sin ti no los hubiese experimentado.
Tus abrazos... de pequeña siempre me protegían de las malas bestias, poniéndote tu en peligro. Te volvías, y con una sonrisa amarga me decías que siempre me protegerías.
Nunca me has dejado sola en  "esas pesadillas" donde terminaba durmiendo bajo la cama. Me acurrucabas junto a ti y me cantabas.

Tengo tantas cosas que agradecerte Mamá... darme ilusion, fuerza, coraje y vida, eres tú mi alegría.

Ahora me duele ver como te vas deteriorando, mientras me muestras tu mejor sonrisa, el tiempo te va ahogando. El brillo de tus ojos se está apagando, ¿abuelita ahora quién me alumbrará? ¿A donde iré cuando tú no estés? Has sido mi familia en una sola persona. ¿Qué seré sin ella? Mi pueblo ya no tendrá el mismo color ni yo tendré fuerzas a regresar a él.
Seré una naúfraga en un mundo inmenso lleno de desconocidos.

No me sueltes nunca la mano por favor, necesito tu aire y calor. No calles tu voz porque me quedaré muda.

Te Quiero, Te Amo, Te Adoro Abuelita, mamá, amiga, compañera en el camino y ángel de la guarda.