lunes, 7 de marzo de 2011 | By: Famara González Díaz

La estrategia de la mosca.

¿Cuántas veces has intentado salir del pozo teniendo la sensación de no poder alcanzar la salida? Caminas, corres, nadas... y más se aleja, mientras te va corroyendo una gran sensación de ansiedad.

El ser humano, tan complejo e inteligente en comparación con una mosca. Pero, ¿por qué ella consigue salir de esa prisión y el hombre no? Muy fácil. Utilizan una buena estrategia: son capaces de estar golpeándose contra un cristal horas, con el fin de encontrar el resquicio por donde se coló.

Ahí no hay nada revelador que no podamos hacer, ya que avistamos luz a través del cristal y vamos hacia ella, si no fuese porque la mosca no golpea en el mismo lugar varias veces seguidas, sino que va tanteando buscando aire. En cambio una persona iría golpeando el cristal en el mismo lugar hasta que desiste o lo rompe.

El problema viene cuando no se consigue quebrar, dejando paso a la lamentación. No podemos elegir una vida perfecta porque no existe, como tampoco buscar culpables, no hay tiempo para ello. Pero sí cambiar esa dinámica por compasión, darse una tregua y aceptar la situación.

Si todos utilizásemos la táctica de la mosca, las depresiones no serían tan profundas y en muchas ocasiones, hasta letales. Siempre hay una salida, mientras se quiera encontrar y salir. No es fácil, pues las pendientes conllevan su esfuerzo, pero con la ayuda necesaria se vence.

¿La pregunta es, seguir los pasos de la mosca usando la compasión hasta sanar/salir o seguir picando el cristal con la ayuda de la lamentación?

No siempre el pez grande se come al pequeño, claro ejemplo el de David y Goliat.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena metáfora, a mí no se me habría ocurrido. Espero que utilices más porque la mayoría de las veces las cosas se ven mejor con relatos.

Me has dejado alucinado con la capacidad tan grande que tienes de ver algo tan bueno en algo tan simple. Tendrás un buen futuro, porque tienes un gran don para escribir.

Un seguidor anónimo.

Famara González Díaz dijo...

Muchísimas gracias. Espero que se haya entendido lo que quise expresar.
Sobre el futuro no sé yo, me queda mucho por aprender pero con la práctica se irá avanzando, pero gracias.

PD: me encantan las metáforas!!!

Unknown dijo...

¿Dónde está el pozo? Posiblemente en el lado contrario de esa vida ilusoria que imaginamos. La vida real es más dura, pero no podemos permanecer pasivos, tenemos que luchar por mejorar todo lo que nos rodea, y para poder hacerlo primero tendremos que pasar por el taller mecánico nosotros y empezar queriéndonos mucho más.

No ansiemos grandes conquistas, en las pequeñas está la meta y vendrán más metas si siempre en la mochila llevamos ILUSIÓN por muy duras que vengan...

Famara me gusta lo que escribes, y más aún lo que guardas, eso que está por salir...

Un afectuoso saludo,

Unknown dijo...

Sin duda toda enseñanza tiene su opuesta, es una lucha continua entre el ángel y el demonio, entré cuál de todas las palabras que nos dedican son las correctas en la vida. La vida llena de decisiones, incluso cuando tenemos que tomar una decisión, tenemos que decidir cómo vamos a tomarla.
¿Y qué es de la recompensa a los que persisten? ¿Qué es de aquellos que se empecinan en algo, que se golpean una y otra vez contra el cristal hasta que lo logran estallar? Aquellos que, por muchas veces que lo hayan golpeado, siguen luchando por conseguir su meta: romperlo.
Es cierto que en la vida hay miles de caminos, pero puede que muchas veces sólo uno sea el que debamos tomar, y en ese momento podemos darnos cuenta de que golpear incansables el cristal, nos puede reportar aquello que anhelamos.
Lamentarse eternamente no siempre es malo, si sabes por qué te estás lamentando y reconoces que te reporta algo. Recordar las desgracias es un paso hacia delante, en parte, no todo debe quedar en buscar una salida, en huir, sino en seguir golpeando el cristal, una y otra vez. Porque no buscamos el fin en sí mismo, que es atravesar el cristal, sino que lo buscamos teniendo en cuenta cómo lo hemos logrado, no con trucos y con astucia, sino con tesón y persistencia.

Sorpresa es lo que tengo al haberme encontrado este blog. Ya era hora de que escribieras por algún lado lo que ronda por esa cabeza y que nos permitas a todos que lo vivamos contigo. Te agrego en mi blog para frecuentarte. No dejes nunca de pensar y espero que todo te vaya bien.

Publicar un comentario