martes, 22 de febrero de 2011 | By: Famara González Díaz

Fiel compañero...

Cegador Odio que no tienes ni conciencia ni razón,
dame fuerza a seguir levantando la vista y
mirar de frente al enemigo sin temor.


, destructor del alma blanca y pura,
que contaminas mis impulsos con la ira,
bebiendo de los recuerdos de mi vida.


Guardián de sueños rotos me
proteges de débiles sentimientos.
Sustituto fallido de la infantil ilusión,
distorsionas de negro mi visión.


Persona Enferma de rencor,
movida por fantasmales agravios,
lleva un corazón herido de motor,
y muy lejana la puerta del perdón.

sábado, 19 de febrero de 2011 | By: Famara González Díaz

Se llama amistad...!*

Si te sientes intranquila piensa en mí, imagina que te tengo agarrada de la mano y que no te voy a soltar. Siempre me tendrás, con una sonrisa tus miedos voy a alejar y que estando a mi lado nada malo te ocurrirá.

Aunque no te vea día a día, mi corazón no te olvida. Pues solo recuerda que esta amiga te quiere y querrá.

Cuando tomes ese barco, no olvides mirar atrás, porque estaré velando por tu viaje y un hasta luego en mis ojos leerás, y a tu regreso en el puerto me hallarás.

No tengo poder para crearte un mundo perfecto, sí una caja llena de ilusiones y colores. La oscuridad puede atraparte, y de temores e inseguridades llenarte, pero mi luz no cesará hasta encontrarte.

A veces la distancia nos separará, pero no es impedimento a que nuestra historia siga creciendo. Pues la vida no es fácil te recuerdo, pero no importa si te tengo.

Las palabras se las lleva el viento, las nuestras no levantan vuelo porque están atadas a los hechos. Una imagen vale más que mil palabras, ahogadas quedan entre un abrazo lleno de complicidad y sentimientos.

Perdón si no puedo regalarte las estrellas, a cambio sabrás cuanto te quiero si las cuentas a todas ellas. Un futuro de sincera amistad el tiempo tejerá, dos amigas que se quieren, hasta el infinito y más allá.


[Más de una vez me has dicho que ojalá encuentre una amiga como yo, ¿para qué tenerla si te tengo a ti? Ya vivo conmigo misma, no necesito una doble. Solo quiero caminar a tu lado, en silencio.
Espero que te guste, te Quiero]

La elegida...!*

La elegida.
Una fría tarde invernal de 1994, en un pequeño punto perdido en el mapa de la inmensa Tierra, nació una niña que destacó sobre los demás recién llegados al camino de la vida. Desprendía una calidez que inundaba a todo aquel que estuviese merodeando por sus alrededores, a pesar del mal tiempo que hacía. Sus ojos minuciosamente rasgados brillaban como perlas en la más densa oscuridad, los cuales, más tarde serían el vivo reflejo de su alma.
A medida que fue creciendo, su presencia cálida se fundió con una sencillez dando lugar a una pequeña encantadora. Su melena rizada le despuntaba un toque elegante a sus facciones, siempre acompañada de una bella sonrisa.


Desde que era una muchacha se le notaban grandes dotes para la danza. Con ella se escabulle del mundo sintiéndose pez en el agua. No sabría describir la delicadeza con la que mueve su cuerpo al son de la música, parece acariciar cada nota como si se tratara de la última melodía que sus oídos fuesen a escuchar. Si te fijas detalladamente, descubrirás que en cada movimiento parece tener pequeñas nubesillas bajos los pies, elevándola a lo más alto.

Si el Mundo tuviera su fuerza, el cielo no lloraría dejando tras de sí un manto gris. Siempre a llenando de orgullo a sus seres queridos a cada paso que da, guiada por la estrella más hermosa en la faz del universo. Después de conocer el amor su silencio lo habitan suspiros, besos y sueños robados de un chico del que está prendada.

A lo mejor es el destino o simple casualidad, pero Miriam significa la elegida y la naturaleza a ella la concibió de una gran divinidad.
martes, 1 de febrero de 2011 | By: Famara González Díaz

Para mi Ojitos lindos, Zaida...

- Ven, siéntate en mi regazo y escucha bien atenta. Te voy a contar un cuento, una historia nunca contada. 


No recuerdo muy bien que edad rondaba en ese entonces, que estación del año era o simplemente si esa noche hacía frío. Solo la recuerdo a ella. Desprendía una esencia celestial y en su rostro presidía una gran dulzura, la cual, jamás he vuelto a ver.Tenía una mirada tan profunda que me hacía estremecer, me dejé arrastrar por ella durante horas y bebí de los sentimientos más puros que mi corazón pudo sentir.
Aunque a veces lo intento en vano, cuando desperté de aquel sueño sabía que no volvería a verla. Su nombre me persiguió durante años.


-¿Y cómo se llamaba?- preguntó la niña con un brillo de curiosidad en los ojos.


Con una sonrisa llena de recuerdos y nostalgia su abuelo le respondió en un hilo de voz que llevaba su nombre... Zaida.

Estuve a tu lado y lo sufrí contigo. Te lo dedico...


[Este relato está escrito en primera persona, pero yo no soy la protagonista. En su momento, puse las palabras que expresaban los sentimientos de la verdadera protagonista. Una gran amiga que tuvo su primera caída en el amor y yo le ofrecí mi hombro.]


Tengo grabado cada beso y cada caricia en la memoria de mi piel, al igual que su aroma. Llevo impresas sus palabras y sus promesas en el libro de mis recuerdos. Traía consigo una enorme decepción y miedo del concepto amar cuando lo conocí. Le brindé todo mi apoyo, cariño, ilusión... Me enseñó el lado más tierno del amor, llenándome de fantasías que creía solo reales en los cuentos de hadas. Poco a poco fuimos creando una bonita historia de dos, él con todas las heridas curadas y yo con una venda en los ojos que no me dejaba ver mas allá de su sonrisa.


De vez en cuando me paro a pensar cómo sucedió. Cambiaron las cosas, cambió él y los colores en mi entorno desaparecieron. Me echaba la culpa de todo, hasta que comprendí que en el brillo de sus ojos no era mi nombre el que se leía. Ese día el mundo dejó de girar y me dejó tan vacía, que todavía siento como si una garra me oprimiese el corazón.